Empezamos lavando muy bien las papas bajo la llave para eliminar los restos de tierra y luego la ponemos a cocer en un recipiente con abundante cantidad de agua salada.
Debemos dejar que cuezan las patatas hasta que al pincharlas con un tenedor podamos introducirlo sin resistencia.
Procedemos a retirar y escurrir las papas y la dejamos enfriar antes de continuar maniobrando con ellas.
Mientras las patatas se enfrían preparamos el relleno. En un recipiente mezclamos el atún con su aceite, el queso cheddar rallado, la salsa de tomate, sal y perejil. Mezclamos y reservamos.
Cuando las patatas estén templadas las cortamos por la mitad de forma longitudinal, teniendo cuidado de que no se desprenda la piel.
Con una cucharilla de café vaciamos cada una de las mitades manteniendo una pared de unos 0,5 cm. para que la patata no se rompa.
Volvemos a echar las papas que hemos retirado a la mezcla de atún y mezclamos bien hasta conseguir una pasta.
Engrasamos una fuente apta para horno con aceite de oliva y vamos colocando las papas una vez que las hemos rellenado con una porción de la pasta de atún. Espolvoreamos con queso rallado.
Con el horno previamente caliente a 200º C, gratinamos las papas durante unos 12 minutos.
Servimos las papas calientes, espolvoreadas con perejil.